Con ganas de decirme aquí mis verdades, inspiradas en aquella vieja increíble que no conocí y que voy a pintar con armonía de trazos y color. No de ese blanco al que tanto temía... Veremos que se entreteje y yo espero ver la luz del poeta, la luz blanca de las ideas y no de la muerte.
Estamos todos para decirnos nuestras verdades. Y he de encontrar una justo ahora, que presiento, y que a pesar de todos los peros que siempre están, es una verdad buena. Me siento firme en mi baldosa, pegada con cemento a la tuya. Porque me deja hablar, soñar, pensar en el presente y en el mañana.
Si quisiera andaría buscando la cárcel del renombre, pero no quiero. Y creo que dentro de todo a veces lo deseo... quién no? quién no busca trascender? sentirse importante?
A veces... sólo "a veces", o mejor "de vez en cuando", o mejor "en contadas ocasiones".
Buscar hacia adentro y en el verde de las hojas lo que se quiere, lo que se es... mirándose las manos, los pelos del brazo... que las cárceles de la fama, del conocimiento enciclopedia absorvido para relucir, para el cartón, son tontas, son severas...
No soy muy estudiosa, es verdad. No soy culta, es verdad. Soy otras cosas, que también valen. Para mí valen más, y no justifico mis carencias... pero de ahí que habré dado prioridad a algunos aspectos..
Conocerte también me implica crecer. Y con qué ganas voy a leer el periódico, el virtual, el de papel, el que sea por estar más cerca tuyo. Ese conocimiento no es severo... es dócil, es bello, es dulce como tus delgados labios.
Gracias a la vida que me ha dado tanto. Y no lo diré llorando como Violeta, lo diré con una sonrisa pegada en mis mejillas.

Qué hace a un poeta?
Qué hace al amor?
El ser incompleto, podría ser una respuesta.
Qué me faltaba antes de ti?
Por qué he de preferir este vaivén?

Lo inesperado ya había esperado bastante.
Llegó desde lejos para encontrarse conmigo y ahora estoy fundida en preguntas sin respuesta.
Me late un ojo y a veces pierdo el sueño. Entrar en la historia de China me ha calmado unos momentos.
Quiero saber a dónde llegaremos, de a poco, pero siempre avanzando.
Eres algo distinto a mi idea de ti, y eso me fascina.

Carta de guerra

Querido Antonio,

Nuestra hija Antonia acaba de cumplir 12. Está más hermosa que nunca y tiene muchos pretendientes. Me cuesta cuidarla porque es muy inquieta y en el colegio no es precisamente una lumbrera, sin embargo, creo que es un asunto de madurez y pronto tomará conciencia de lo importante que es el colegio. Tu sabes Antonio que no puedo vivir encima de ella, mi trabajo es de 12 horas diarias, y tan sólo por las mañanas tenemos tiempo de conversar.
Joaquín está muy alto, y es brillante en ciencias. Se parecen tanto ustedes dos... Lástima que no has podido regresar, él siempre habla de tus hazañas y quiere ser como tú.
Yo estoy bien Antonio, pero quiero que sepas algo. A pesar de todo lo que te quiero, me he dado cuenta en estos años que necesito un padre para mis hijos, un compañero...
Creo que no puedo seguir esperándote, y debo confesarte, hay alguien más en mi vida.
Espero que lo entiendas, yo ya no sé nada de ti... La guerra es una locura, siempre debí saber el riesgo que corrías.
Te sigo amando, pero no estás, y no puedo tener un marido sólo en los recuerdos.
Siempre tuya,

Flora

tantos escritos, tantas palabras, tantos pensamientos, tanto de tanto. Y tan pocos sonidos, tan pocos momentos, tan pocas ilusiones, tan poco de tanto.

No sabemos cuánto más habrá que esperar bajo este sol de invierno. Cuando pronto aparece el registro perdido de tu huella, a mi paso voy quedando sumergida en mis ritos. Y ahí comienzo invocando a la luna, para que todas las estrellas brillen y nos muestren el sendero. Ahí comienzo a buscar el enigma que tanto nos desgasta y nos amarra de pensamiento. No sabemos si reír o estar quietos en silencio, porque nadie podrá escuchar nuestro canto, porque nadie podrá oler nuestras flores.

Nos entendemos tan bien tu y yo en el lenguaje del silencio...

tensión, distensión, dejamiento, qué laaaaaaaataaaaaa. Así funciona.

Tarde en la ladera, cuando ya me había agotado por la escalada, me quedé dormida entre los pastizales.
Hoy, más allá de la cumbre en la alta cordillera, ya no llega correspondencia.
Y a causa de los afilados hielos azules, el abrigo no alcanza a cubrir mi congelado pecho blanco.

Yo soy así como yo quería ayer. Pero ayer no es para siempre, y hoy quizás ya no soy como quiero ahora, pero tal vez sí mañana.

Me quedé sentada con mucho frío. Ya no podía ni moverme así que le pedí a una mujer que caminaba frente a mí que me ayudara a tomar mi bolso y el bastidor que había dejado en el suelo.
Ella lo hizo tan naturalmente.. pero yo no pude agradecerle porque hasta mi boca estaba paralizada.
Desde que ya no tengo tiempo he logrado hacer cosas increíbles, y desde que ya no pienso en bobadas que no valen la pena, me siento en una grata evolución. Sé que no es un estado permanente, pero eso es la vida.
Ayer fue un día larguísimo. Anduve en seis metros y cinco micros. Hablé con once mujeres y siete hombres en situaciones totalmente diversas. Y hoy en contraste, he tenido tiempo para contarlos. Hoy es un día de relajo, un día de fiesta de los sombreros.
Me acuerdo de que los hombre y las mujeres somos parte de todo esto que será aniquilado. Mientras tanto yo espero que llegues de Japón, para ir a visitar todos los lugares que quizás por unos años haz nublado en tu recuerdo.

poco toco si la boca loca te tira ira para no darte arte.

Diálogo entre A y B (Número 9)

A: Hola, hace taaanto que no nos veíamos!
B: Hola
A: Cómo has estado?
B: Bien.
A: ah, que bueno..
B: Sí. Oye me voy.
A: ah dale, cuídate, que estés bien.
B:

Cómo ser feliz en 5 minutos

Abra su bolso o cartera, saque tres monedas de cien, vaya al quiosco más cercano y pida un alfajor (idealmente argentino).
Vuelva a su casa, y cómalo sentado en el sillón más cómodo de su hogar.

Poron pon pon

Un cumplido se ha cumplido. Gracias amoroso, te llevo en mi corazón poron pon pon.
Me alimento de hierbas blancas y chocolate.
Sé que pronto va a salir la luna, que siempre estuvo ahí.
Cobraré tu palabra, y no sé si eres el más indicado, pero te acercas lo suficiente.
Bienvenido a mi hogar. Estoy dispuesta a buscarte yo ahora, y darte una rosa azul, y hacerte un lindo regalo en tu cumpleaños.
Me temo que estoy al borde de dedicarte una canción, poron pon pon.

El deber ser.
Deber ser
Ser.
Eres?
Debes ser?
Debes ser él?

Le pido disculpas al difunto

Llegué con cierto temor, pero con mis emociones en su lugar.
Al verlos con las caras rojas por el llanto no pude contenerme.
Me sentía extraña... los pocos momentos que había pasado con aquel anciano, habían sido para él, puros problemas y disgustos.
No estoy acostumbrada a estar en conflicto con los demás. Creo que mucho antes quise pedirle perdón, pero no tuve el valor suficiente.
Hoy se ha ido, dejando a toda una familia muy apenada.
Para mí también fue una prueba, y quiero demostrarle que nunca actué de mala fe. Me defendí en un momento de debilidad. Le pido disculpas al difunto, aunque quizás sea demasiado tarde.
No creo en la muerte absoluta, y espero que allí donde esté, él pueda perdonarme.

El viejo le dijo al niño: Todo lo que entregas queda para tí. Lo que guardes en tu pecho, se perderá en tus venas...

Guardar en silencio las cinco llaves de mis entrañas.
Jamás diré que te quiero ahora, porque tú bordaste mi boca con una cruz.
Como un ladrillo de hielo me verás caer por tu pecho suave.
Como una uva negra me verás fermentando en tu estómago.
Ya no soy quien fui, y aunque me cueste mentir, ya no me cuesta omitir que te desprecio por no entenderme. Por hacerlo todo al revés de lo que te he pedido.
Ya me cansé de este lamento, me voy sin huellas en la arena.
Me voy lento... pero seguro.

Todo se aproxima! Camina conmigo que no puedo esperarte, el de arriba va jalando mi correa.

COSAS

Leyendo mis cosas me di cuenta de que la palabra cosas está en todas aquellas cosas que me importan.
Es así como en vez de retirarla de mis cosas, te muestro hoy que estas cosas seguirán apareciendo de aquí hasta mi muerte.
La vida me dio cosas que yo quiero recordar para siempre. Los encantos de lo escondido, de lo velado... estarán aquí guardados en un baúl de madera antigua, sin candado, para que pueda mostrártelos cuando tengamos ganas.
Hay una cosa que aún no puedo entregarte, y que es quizás lo más importante. Quedará esta vez sellado en una caja fuerte, muy embalado, entre mis otras cosas.

La vida de un jaquecoso

El jaquecoso es una persona natural o jurídica con residencia en el país o en el extranjero que sufre de intensos dolores en el área de la cien o sobre las cejas, una cantidad superior a dos veces al mes, llegando en ocasiones a tener episodios de vómito, náuseas y mareo intenso o incluso a desmallarse.
El jaquecoso o jaquecosa, es una persona que vive intensamente el dolor físico y por lo mismo es muy agradecido de cuando está sano y puede disfrutar libremente.
En los días críticos se caracteriza por adquirir una hiper sensibilidad. Sus órganos auditivos, nasales, del gusto y la vista, se agudizan a un doscientos por ciento. La luz, el sonido, el olor, todo parece molestarle...
El jaquecoso es un buen ser humano, no lo discrimine por a veces tener la cara media rara, y no reírse de las bromas. Trate de distinguirlo, RECUERDE: No es un simple dolor de cabeza, esto en verdad lo altera. Cuídelo, entiéndalo, quiéralo como siempre.

Basta de protecciones.
Si voy a tirarme al agua lo haré desnuda, sin importar la temperatura y las pirañas que puedan morder mi piel.

Hay cosas para las que soy muy valiente;
No tengo miedo de querer ni de ser querida.
No tengo miedo de la belleza ni de la fealdad.
No tengo miedo de los hombres ni de las mujeres.
No tengo miedo a estar despierta mientras todos duermen, mientras tu duermes en mi hombro.
No tengo miedo de nada que me pueda hacer muy feliz, y tampoco tengo miedo de sufrir.
Sólo tengo miedo de la muerte cuando pienso que jamás he tenido miedo de vivir.

Dos cosas que no tienen nada que ver con lo primero y lo segundo, son lo tercero y lo cuarto. Si meto mis manos en lo tercero y revuelvo lo primero con lo cuarto, habremos perdido la cabeza, sin embargo, si intentamos llegar a la solución mediante un cúmulo de lo segundo con lo tercero, evitando entorpecer lo cuarto, habremos llegado a una respuesta sublime.

Hay muchas cosas en esta bolsa, un par de huevos más y se desfonda.
Cuida tu bolsa amiga mía, cuida tus manos amigo mío,
gracias a ellas tendremos hoy: tortilla de zanahoria.

Escucho tres moscas. Una en el baño, la otra en el pasillo y la tercera choca contra el ventanal frente a mí. A esta tercera la veo y la escucho. La mosca que veo es peluda y tornasol, sus colores son hermosos, pero es una mosca nada más y probablemente bajo esos colores hermosos hay miles de residuos fecales repugnantes. Me olvido de la hermosura, su sonido me parece insoportable, su estupidez al no ver el cristal me provoca mayor disgusto y quiero reventarla sin mirar. Su cuerpo aplastado me va a alterar en un día como hoy, en el que me he abierto a la conciencia del presente, de mi cuerpo, mi respiración y mis latidos. Bien, focalizo mi atención en la mosca del baño para olvidar esta tonta a la que miro. La del pasillo se ha unido a la del baño y ahora son dos moscas ahí. Una vez juntas y luego de haber zumbido suficiente, las dos moscas del baño deciden de un momento a otro, venir a conversar con la mosca estúpida del ventanal. Y ya eran tres... chocando una y otra vez.
Tomé un libro aburrido, y las aplasté. Las tres al mismo tiempo. Para poder enterarme de lo que había hecho me vi obligada a mirar el puré de mosca.
Fue algo guacatela, sin duda.

Hablar de flores es lo que quiero hoy.

me caen bien tus días blancos, me caen y me abrazan.

Creo para no morir tan pronto

Sin ser dueña de la verdad, me paro a hablar cosas que algunos escuchan y creen. Así como yo misma me paro frente a otros y creo también en ellos. Creo para no morir tan pronto, porque en la vida sí he encontrado certezas...

A quién le pregunto mis verdades? las busco acaso en mí? las busco en ellos y luego las encuentro en una reflexión? no las busco? las encuentro? qué verdades? hay?

No sé... quiero encontrar algunos senderos, donde pase días confirmando certezas, descubriendo respuestas de la tierra y de su gente.

Pero a mi sí!!

A ti no te viene
ni te gusta,
ni te mata
ni te sobra,
ni te obliga
ni te pesa,
ni te sienta
ni te marca,
ni te llama
ni te prende,
ni te atrae
ni te quema,
ni te parece
ni te falta,
ni te duele
ni te carga,
ni te espanta,
ni te encanta

Pero a mi.. sí!!!

He olvidado sufrir

Compré la receta. Cuando me di cuenta de todo el tiempo que había perdido poniendo o quitando uno u otro ingrediente esencial, sentí una especie de mareo, taquicardia también. Pero eso pasó muy pronto, luego vinieron reflexiones y memorias muy patentes, una alegría inconmensurable por haber superado todo eso.
Desperté al día siguiente sin saltar de la cama, pero con un optimismo encantador. Sin que haya habido una gran tormenta, depronto el sol se veía más vivo que nunca. No amenazaba esta vez con radiaciones ultravioleta, ni arrugas prematuras, nisiquiera sed. Era un amigo del cielo, me daba la luz, me indicaba todos los caminos, y me hacía resplandecer, un poco más que al resto.
Pasé días inolvidables, besando mis sueños, cumpliéndolos en cada segundo, queriendo amar y pudiendo amar.
El contraste también me animaba.. Era extraño, pero ya no podía ser infeliz. Comenzó a ser mi interrogante, una inquietud insólita.
Todo lo que toca mi vida se vuelve bueno.

He olvidado sufrir...

La receta es magistral, pensé. Mi alma está en paz ahora, mis miedos se han ido, y no así el misterio de vivir. Porque sigo en la ignorancia, y sigo en la miseria de mi pueblo, pero ya no está mal.
Soy ahora alguien raro.

He olvidado sufrir...

Algo está pasando en estos días. Algo que ya esperaba.
Las cosas están empezando a funcionar de un modo fluido.
Me da algo de cosquilla en la guata. Bien. Bien por mí y por quienes nos beneficiemos.
Esto no es sólo mi alegría. En sus grandes ojos acomodados en poco espacio, también veo la esperanza, también siento su emoción.
Soy para ellos una especie de guía.
Y en encontrar respuestas a sus preguntas, aparece la dicha.

Te voy a ir a buscar, creéme que soy capaz.
El mundo ya no es lo que fue antes de pisar el otro lado.
Te gusta? quizás sí, quizás no.
Mis sueños ya existen, ahora iré por cumplirlos.

Ya fue suficiente

Hasta cuándo!
Qué me falta? qué gen me perdí?
Insistencias insólitas que ni yo entiendo.
Lo mismo que detesto de otros, quizás con algo de compación al ver el reflejo...
Pero no, creo que ya fue suficiente. No habrá piedad ni tampoco más debilidades.
Me doy por vencida a ser vencida nuevamente.
He dicho.

Raro

Es que ustedes no saben...
No saben nada de mi.
Que vienen aquí a darme lecciones de sabiduría...
Que vengo yo a tratar de entender sus reacciones raras.
Se los digo ahora:

RAROS!!
raros en mala!

No me cae bien ese tipo de rarezas inhumanas, comportamientos que ni por un dejo de cariño voy a intentar comprender.

El respeto se va por las rarezas...
Raro en ese sentido hediondo...
Raro no por creativo, raro no por fealdad.
Raro por amorfo de adentro!
Sin el corazón en el pecho, sino que en las rodillas, en el punto de todos los porrazos en bicicleta, o por la ebriedad de tu ser.